lunes, 23 de marzo de 2009

Endometriosis: una causa frecuente de esterilidad


En una definición simple podemos decir que la endometriosis es la "presencia de tejido endometrial funcionante fuera de la cavidad uterina". Estos focos se pueden encontrar en diversas regiones del cuerpo femenino, pero la localización más frecuente es, sin duda, la cavidad abdominopelviana, en particular el "Fondo de saco de Douglas".

La etiopatogenia de esta enfermedad aún no ha sido debidamente dilucidada, pero se reconoce a la "menstruación retrógrada" como la responsable de la implantación del tejido endometrial en la pelvis.

Existen dos causas principales de consulta en las mujeres con endometriosis, que pueden estar asociadas o no: esterilidad y dolor (ademas de dismenorrea, algopareunia, etc).

Si bien la endometriosis tiene muchos bemoles en cuánto a su fisiopatología, diagnóstico y tratamiento, hay algunas conceptos claves que no se deben perder de vista:

- Es una enfermedad hormonodependiente. La actividad del tejido endometrial heterotópico, al igual que la del endometrio normal, depende de los niveles de estrógenos de la paciente con lo cual va a variar neceseriamente con las distintos estados fisiológicos de la misma (en la menopausia descienden los niveles de estrógenos, por lo que se atrofia el endometrio, ya sea normal o aberrante, embarazo, etc.). Además ésto es la justificación de parte de los tratamientos médicos (no quirúrgicos) de los que disponemos en la actualidad (derivados de andrógenos, agonistas de GnRH).

- El diagnóstico de certeza es la visualización de los focos endometriósicos, preferentemente por vía laparoscópica, con biopsia de las les lesiones para estudio histopatológico. Ótros métodos sólo tienen relevancia diagnóstica en casos muy puntuales (ej: ecografía transvaginal para los endometriomas). La laparoscopía es, además de una herramienta diagnóstica, una opción terapéutica.

- El tratamiento de la enfermedad varía de paciente a paciente. En éste caso el tratamiento es un "traje hecho a medida". Naturalmente va a depender del síntoma cardinal que perturbe a la paciente (no es lo mismo un tratamiento sintomático del dolor pelviano que el de la esterilidad). Es determinante la edad de la paciente y el proyecto de familia que tenga (si ya tuvo sus hijos o está intentando tenerlos). Las opciones terapéuticas de la enfermedad en sí son dos: tratamiento médico, con diversos fármacos según las características de la endometrios (estadío) y del bolsillo de la paciente (especialmente en países como Argentina no se puede desconocer el elevado y muchas veces inalcanzable precio de algunos medicamentos para gran parte de la población); o tratamiento quirúrgico, por vía laparoscópica, que además de ser la única forma certera de diagnosticar la enfermedad, es una oportunidad valiosa de extirpar los focos visibles (por coagulación o vaporización) y de liberar las adherencias propias de ésta patología. Una tercera opción es hacer un tratamiento combinado de las dos alternativas.

Con todo lo expuesto, y comprendida la esfera "funcional" de ésta patología, cabe destacar que el embarazo es una inmejorable oportunidad terapéutica, al cambiar el perfil hormonal de la paciente y, en consecuencia, conducir a la involución de los focos endometriósicos. Lamentablemente, como expone el título de ésta entrada, la endometriosis es una "causa" de esterilidad, por lo que sería incoherente considerar al embarazo como la "terapéutica". De hecho mencionamos que en muchos casos la imposibilidad de concebir es el "motivo de consulta" de la paciente. La solución a éste conflicto la encontramos, gracias a los gigantes avances de la ciencia, en la "fertilización asistida". Se dispone de métodos de distinta complejidad, según los distintos estadíos evolutivos de la patología (y de otras patologías). En cualquier caso lo que quiero recalcar es que, al igual que en muchas otras causas de infertilidad, la fertilización asistida apareció, gracias al esfuerzo de innumerables científicos, para cambiar la historia natural de la enfermedad y prender una luz en el fondo del camino (o en el principio).

lunes, 27 de octubre de 2008

Estado de la salud en el mundo: nuevo estudio sobre la carga mundial de morbilidad


La OMS publicó hoy un nuevo informe que detalla las principales causas de morbi y mortalidad, en el mundo, desglosadas por región, edad, sexo e ingresos nacionales.

Las conclusiones que más me llamaron la atención son las siguientes:
  • En África se regristan:
- 9 de cada 10 muertes de niños en el mundo por paludismo.
- 9 de cada 10 muertes de niños en el mundo por SIDA.
- La mitad de las muertes de niños en el mundo por diarreas y neumonías.
  • En los países de ingresos bajos (en contraposición con los países de altos ingresos) la gente se sigue muriendo, en primer lugar, por infecciones.

Acá tienen una ventana con "10 datos sobre la carga mundial de morbilidad". Se lee rápido.
http://www.who.int/features/factfiles/global_burden/facts/es/index.html

Y acá tienen la nota completa. Léanla que es muy interesante:
http://www.who.int/mediacentre/news/notes/2008/np11/es/index.html

Los resultados completos del estudio están en inglés:
http://www.who.int/healthinfo/global_burden_disease/en/index.html

jueves, 23 de octubre de 2008

Obesidad infantil


¿Qué diferencia hay entre "mi nene es gordito" y "mi hijo es gordo"?

Quizás arranque esta entrada con un prejuicio, pero la diferencia es que la primera afirmación podría corresponder mas bien a una madre condesciente, o ignorante.

Me explico. Tuve la oportunidad de cursar la materia pediatría en un hopital pediátrico y escuché a más de una madre decir "mi nene es gordito" pero a ninguna "mi hijo es gordo". Naturalmente no tiene ninguna importancia, ¿o sí?. El punto sensible está en el contexto en que se dice la frase (o mas bien en lo que entienda la madre por esa frase).
Escuché y leí que la medicina actual está cambiando de paradigma. Parece ser que los médicos estaríamos dejando de luchar contra la enfermedad para enfocarnos en reforzar el estado de salud de la población. Entendamos que estamos abandonando el polo "enfermedad" para acercarnos al polo "salud" de una recta que pasa por ambos puntos. En este nuevo paradigma adquiere un papel relevante la esfera "preventiva" de la medina. Básicamente estaríamos dedicando nuestros mayores esfuerzos a cuidar y velar por la salud de la población; y, eventualmente, a ayudar al "descarriado" que se enferme.
Esto está muy bueno, y a lo mejor ya está sucediendo. Por lo pronto yo, desde mi experiencia personal, puede aseverar que sí está sucediendo con los pacientes pediátricos. De hecho en el "Hospital Gutiérrez" existe el "Consultorio del niño sano". Tengo entendido que en otros hospitales también. Éste consultorio es atendido mayormente por médicos residentes (quizás porque son los que más paciencia y vocación docente para con las madres tienen). Se programan consultas periódicas para evaluar el crecimiento y desarrollo de los niños, y para seguir en su evolución y/o atender a niños enfermos. Por lo que pude percibir el "punto fuerte" de éste consultorio es que se le brinda asesoramiento a los padres acerca de "todo" lo que ellos requieran en relación a la salud de sus hijos, y se los instruye acerca de todas las "cosas" que ellos deberían hacer para que sus hijos se mantengan lo más cerca posible del "polo salud". Estas "cosas" son básicamente: alimentación, vacunas, juegos, relación con hermanos, amigos, abuelos, etc. Son muchísimas y dependen, entre otras cosas, de la edad del chico. Para no hacerlo tan largo voy a dejar que ustedes deduzcan cuáles pueden ser las otras actividades.

La cuestión es que en este consultorio del niño sano es donde escuché muchas veces la frase que dispara esta discusión (mi nene es gordito), y todas las veces haciendo referencia a algo "normal" del nene, a algo que no preocupaba demasiado, siendo muchos de ellos diagnosticados en ese momento como obesos.

El primer punto a considerar podría ser la "diferencia entre normal/anormal y sano/enfermo". No es muy importante en este momento pero sirve de disparador para lo que quiero decir después. Si la mayoría de las personas de una población fuesen pelirrojas, lo "normal" para esa población sería ser pelirrojo, lo cual no tiene ninguna relación con que sean sanos o enfermos. Un morocho en esa población sería "anormal" para el color de pelo. Es un concepto totalmente estadístico.

La obesidad es una enfermedad. Lamentablemente de alta prevalencia, lo cual hace que la subestimemos. Los chicos son muy crueles y, en todo grupo, siempre está el gordo, el narigón, el orejón, el cabezón, etc. Ésto no nos tiene que confundir. No es lo mismo que nuestro nene sea el gordo que el narigón, o el orejón, o el cabezón. Todos estos apodos tienen en común lo cruel que puede resultar para el chico y, quizás, hasta las concecuencias psicológicas que puedan causarle. Pero el gordito tiene una gran diferencia. El gordito está enfermo.

Como toda enfermedad tiene una definición, etiología, epidemiología, fisiopatología, diagnóstico, tratamiento, etc. De todo esto quiero resaltar dos puntos.
Si bien es una enfermedad multicausal, hay un factor que es muy importante para su desarrollo y es la "dieta". Con una particularidad que diferencia a la obesidad infantil de la obesisdad del adulto: "el niño come lo que le damos de comer", o lo que permitimos que coma. De modo que, al menos en este punto, los adultos tenemos una parte de la responsabilidad de esta enfermedad de nuestros niños, y tenemos que aceptarla y afrontarla.
El otro es que, en la mayoría de los casos, esta enfermedad tiene tratamiento. Con lo cual no nos tenemos que quedar de brazos cruzados y dejar a los chicos solos.
Por último les cuento que la obesidad no es solamente un problema estético. Es una enfermedad bastante compleja. No sólo por las consecuencias de la enfermedad en sí, sino también por las comorbilidades que tiene y por significar un "factor de riesgo" para otras enfermedades.

Así que conmino a los padres de chicos gordos (invitación extensiva a "todos" los padres en general) a consultar a un pediatra y a afrontar la posible enfermedad de sus hijos.

Saludos

miércoles, 22 de octubre de 2008

Tabaquismo dentro de la facultad de medicina


En un trabajo que se hizo por estudiantes de medicina de la UBA "Tabaquismo en los estudiantes de medicina" se encontró que el 72 % de los varones y el 49 % de las mujeres que fuman lo hacen dentro de la facultad.

La ley 1799 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires "Ley de control del tabaco" dictada el 29 de septiembre de 2005 dice en su artículo 2 que “Se prohíbe fumar en todos los espacios cerrados con acceso público del ámbito público de la Ciudad Autónoma y del ámbito privado que determine la presente ley. La prohibición es absoluta en los establecimientos de salud y educación de la Ciudad”.

La Resolución N° 1420 del 23 de agosto de 2000 de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires “No permite fumar en todos los ámbitos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires”.


Me parece que a esta altura todos (o casi todos) saben que el humo del tabaco es perjudicial para la salud (tanto para los que fuman como para los que no). Algunos sabremos un poco más específicamente cuales son los riesgos del tabaquismo. No hay que ser demasiado pistola para imaginar que los estudiantes de medicina pertenecen a este grupo pero, por si hiciera falta, en la encuesta también se le pregunto a los estudiantes si "conocen los riesgos del tabaquismos" y, como era de esperar, el 99,77 % respondió que sí (1 paracaidista de 441 encuestados respondió que no).

Además yo mismo ví, no sólo a compañeros sino también a médicos fumando no sólo adentro de la facultad sino también adentro del "Hospital de Clínicas" y del "Hospital Gutierrez".

Yo no soy un fanático anti-tabaco, si bien no me causa mucha gracia que me soplen el humo del pucho en la cara. No fumo, pero no me jode que fumen cerca mío (aún cuando sé que es malo para mi salud). Lo que sí me rompe soberanamente las pelotas es que la gente se cague en las reglas. Basta que se dicte una ley que prohibe el tabaquismo en ambientes cerrados para que salgan los médicos y sus futuros colegas a dar el ejemplo de como se incumple.

Como dato de color parece ser que los hombres somos menos respetuosos de esta ley que las mujeres (72 % de los estudiantes varones que fuman lo hacen dentro de la facu contra 49 % de las mujeres), aunque 1 de cada 2 mujeres tambien son "infractoras" (no son tan santitas).


Para el que tenga ganas de leer la ley 1799 de la CABA acá está:
http://www.msal.gov.ar/htm/Site_tabaco/pdf/caba-ley-1799.pdf

No sé si alguien leerá esto pero tenía ganas de decirlo. Saludos.

lunes, 20 de octubre de 2008